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martes, 25 de julio de 2023

PLAYA DE VEGA, GIJÓN, LAGOS DE COVADONGA, MUSEO DEL JURÁSICO, RIBADESELLA Y ALGUNA COSILLA MÁS

Hace una semana que hemos vuelto de pasar unos días por Asturias, por la zona de Ribadesella. Queríamos que la última en llegar a la familia se bañase por primera vez en la misma playa en que también lo hicieron sus hermanos mayores, la Playa de Vega. Esta larga y ancha playa flanqueda con acantilados con minerales al occidente y fósiles y huellas de dinosaurios al oriente, con un río, prados con vacas y algunos chiringuitos y restaurantes nos tiene enamorados. Además de la playa, la ciudad de Gijón y su acuario, los lagos y basílica de Covadonga, el Museo del Jurásico, los bufones de Pría, playas como la de Ribadesella, Gulpiyuri, Guadamía, quesería de Gamonéu... en fin muchas cosas que vimos pero de las que aquí, como siempre sólo queda escrita la parte más naturalística.

Junto a nuestra casa, nuestro vecino era un caballo que aceptaba todas las manzanas que le dábamos, y estuvimos a punto de llevárnoslo en el maletero a petición del hijo mediano

Pero la sesión de fotos comenzó en Unquera donde paramos a comer al aire libre y en cuanto nos movimos alguien aprovechó lo que se nos había caído de la mesa. 

Una gaviota patiamarilla (Larus michahellis) sabía perfectamente que tras los bocadillos siempre quedan migas por el suelo

Nada más llegar a nuestra casa, en Alea, Ribadesella nos encontramos con un mirlo (Turdus merula) desvalido que hizo las delicias de los niños. Lo pusimos al resguardo de los gatos y al día siguiente ya no estaba.

El mirlo aún estaba muy desvalido, las boqueras muy amarillas de muestran su juventud

La marea baja es una delicia para que los niños hagan sus descubrimientos

El primer día lo pasamos en Gijón, paseando por la inmensa Playa de San Lorenzo, Cimadevilla, el acuario, el Parque de Isabel La Católica...

Desde la Iglesia de San Pedro la Playa de San Lorenzo

En las rocas una gaviota patiamarilla vigilaba por si algún pescador "perdía" su presa

Pescando estaba este joven cormorán grande (Phalacrocorax carbo)

Puerto deportivo y centro de Gijón

Desde el Elogio del Horizonte, las gaviotas se ven desde arriba

En las praderas junto al acuario había varios colirrojos tizones (Phoenicurus ochruros)

En el Parque de Isabel La Católica había pájaros enjaulados y otros libres como estas garcetas (Egretta garzetta)

El segundo día subimos los Lagos de la Ercina y Enol, e incluso con un bebé y dos niños de 7 y 4 años hicimos la ruta circular típica y nos dio tiempo luego a ver la Basílica de Covadonga. 

Lago de la Ercina

En los prados las chovas piquigualdas (Phyrrocorax graculus) buscaban insectos en las boñigas de las vacas

Cuando paramos a comer, nos rodearon varios pinzones (Fringilla coelebs) como este macho

Enfocada al fondo una hembra

También había mirlos, como este jovenzuelo

Lo que fue más raro es que algún acentor (Prunella modularis) se acercó también en busca de sobras

Aunque la luz no era favorecedora este alimoche (Neophron percnopterus) merece salir

El Lago Enol tenía un buen vigilante

Ya en el aparcamiento una culebrera (Circaetus gallicus) nos despidió antes de ir a Cangas de Onís

El miércoles, fuimos a aprovechar la gratuidad del Museo del Jurásico, y aprendimos que las aves son dinosaurios que no se extinguieron. Después de comer fuimos a ver huellas de esos dinosaurios en la Playa de la Griega y después nos acercamos a ver otras playas y accidentes costeros: una playa tan estrecha como la de Guadamía, de interior como la de Gulpiyuri y los bufones de Pría. 

Pies humanos sobre huellas de dinosaurios

De camino a las huellas encontramos este ciervo volante menor (Dorcus parallelipipedus)

La Playa de Guadamía está al fondo de un estrecho brazo de mar

Junto al aparcamiento de Pría un zorzal común (Turdus philomelus) estuvo buscando lombrices

Los bufones de Pría, que escuchamos y vimos eran espectaculares, como las vistas de los acantilados cercanos

Acabamos el día en la Playa de Gulpiyuri, la que se cuela entre las piedras y aparece entre prados

De camino a Gulpiyuri vimos una pareja de faisanes (Phasianus colchicus)

Ésta es la hembra, mucho más discreta

El jueves fue más tranquilo y estuvimos bañándonos en nuestra querida Playa de Vega donde comimos y por la tarde paseamos por Ribadesella.

El viernes fuimos a una quesería a que nos enseñasen el proceso de fabricación del queso Gamonéu, probamos todos y nos encantó a todos, y por la tarde fuimos a darnos el último baño en la Playa de Vega donde vimos anochecer mientras cenábamos en una de sus terrazas.

Había nubes altas y las últimas luces se filtraban entre ellas dando bonitos tonos dorados

Al final el sol no se puso por el horizonte pues había nubes lejanas

Con el sol ya oculto aún vimos las siluetas de los patos en el río que desemboca en la playa

Acabo con algunos de los vecinos que tuvimos en el patio de casa o en las cercanías.

La primera mañana este bonito Carabus auratus se paseaba cuando nos despertamos

La última noche vimos entre las hierbas una luciérnaga

Muchas mañanas los mirlos cantaban en los árboles vecinos

A poco que hubiese sol podíamos disfrutar de unas confiadas lagartijas roqueras (Podarcis muralis)

El macho es el de la izquierda y a la derecha la hembra

Los gatos de la vecina traían como trofeos varias musarañas cada noche, probablemente eran musarañas tricolores (Sorex coronatus

La última foto del viaje la hice cuando comíamos en Reinosa, un ratonero (Buteo buteo) que andaba de caza.

Vimos ratoneros en Asturias por todos sitios, pero no fue hasta la vuelta en coche cuando pude fotografiar a uno

Y aquí acabo, con los bichos y algunos paisajes de Asturias, las decenas de fotos de nuestros recuerdos pasarán al álbum familiar.

miércoles, 1 de marzo de 2023

ALGUNAS AVES DE BARCELONA

Estamos recién llegados de pasar cuatro días en Barcelona aprovechando la semana blanca de los niños. Hemos pateado la ciudad de cabo a rabo y el tiempo nos ha respetado dentro de que ha hecho fresco. Como gran ciudad que es, y encima con playa, la oferta cultural es inabarcable, pero hemos visto lo imprescindible y los niños ya nos piden otra excursión. Entre tanta visita, y como siempre llevaba la cámara encima, siempre mantuve un ojo por si algún pájaro se ponía a tiro. No fueron muchos en las condiciones suficientes pero al menos servirán como recuerdo de este viaje tan intenso.

Empezamos en la Playa de la Barceloneta

Mientras los niños cogían piedras en la playa, yo me entretenía con las gaviotas reidoras (Chroicocephalus ridibundus). Ésta estaba en transición a tener la cabeza completamente negra

En la arena, ésta otra casi la tenía negra

Y ésta otra ya la tenía completamente negra 

Al día siguiente, empezamos por la Sagrada Familia, y antes y después de visitarla pasamos algún rato descansando en el parque de enfrente.

Una curruca capirotada hembra (Sylvia atricapilla) se alimentaba de las semillas de una sófora (Styphnolobium japonicum)

Esta tórtola turca (Streptopelia decaocto) estaba entretenida acicalándose el plumaje

Camino del Park Güell, en un parque un colirrojo tizón (Phoenichruros ochruros) nos observaba desde una curiosa atalaya.

Este perro guardián no asusta a los pájaros

Por la espalda se justifica el nombre de colirrojo

Al día siguiente en la plaza de Cataluña, el mediano sudó la camiseta persiguiendo palomas (Columba livia).

Los palomos andaban atareados buscando paloma

Además de palomas se acercaron algunas gaviotas patiamarillas (Larus michahellis)

Entre un par de gaviotas adultas un joven se atrevía a disputarles el alimento a ellas y a las palomas

Después de comer, entre otros sitios, pasamos un rato por el Parque de la Ciudadela. 

Alguien daba de comer a las cotorras argentinas (Myiopsitta monachus) y se mostraban confiadas

Algunas cotorras se encontraban identificadas de una manera muy curiosa

Un ganso (Anser anser) mostrando su gran tamaño respecto a una hembra de azulón

En los estanques no faltaban los azulones (Anas platyrrynchos)

Y el último día, antes de montar en el tren estuvimos por los alrededores de la Plaza de España y ahí acabó nuestra visita.

Una bonita cotorra de Kramer con su pico rojo y collar negro (Psittacula krameri)