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viernes, 13 de agosto de 2021

AVES DE ISLA CRISTINA: MARISMAS Y DUNAS LITORALES

Hace pocos días que hemos vuelto de la primera parte de las vacaciones: un día en Aracena, con su gruta de las maravillas y su jamón, una semana en Islantilla con sus fabulosas playas que hemos disfrutado con familia que hace demasiado tiempo que no veíamos y otro día más en Córdoba, con su inmenso legado patrimonial. Como casi siempre he podido hacer alguna escapada en solitario en busca de algo que contar por aquí, pero además otras cosas las he fotografiado en compañía, 4 niños y otros 3 adultos. 

Empiezo por una escapada por una franja que desde el extremo occidental de Islantilla hasta Isla Cristina ocupa la parte contigua a esta inmensa playa. Justo desde nuestro apartamento, tras la playa hay una franja de dunas fijadas con vegetación adaptada y un pinar. Yo buscaba camaleones, pero no pudo ser así que me entretuve con otras cosas:

Tras el Atlántico, la playa, tras ella un cordón de dunas con Ammophila arenaria,
 luego un retamar y finalmente el pinar.

En las dunas aparecen azucenas de mar (Pancratium maritimum)

También hay cardos marítimos (Eryngium maritimum)

Muy pocos, pero aún quedan enebros marítimos (Junyperus oxycedrus macrocarpa)

Detalle de los frutos, que son de gran tamaño

Tras toda esa vegetación tan interesante está el pinar de pino piñonero (Pinus pinea)

Las aves más llamativas y ruidosas eran los numerosos grupos de rabilargos (Cyanopica cooki)

Los jóvenes eran más confiados, se les reconoce por su cabeza aún con restos de color crema

Me entretuve bastante con una abubilla (Upupa epops)

Estuvo un buen rato atusándose el plumaje

Luego bajó al suelo a rebuscar entre la hojarasca con su largo pico

Subiendo y bajando por los troncos un agateador común (Certhia brachydactyla)

Había varios tipos de pájaros, algunos creo que preparándose para cruzar hacia África como este alcaudón común (Lanius senator)

Al día siguiente por la tarde, nos fuimos todos a Isla Cristina a hacer una interesante excursión en un pequeño barco, donde además de aprender la diferencia entre los barcos de cerco y arrastre, cómo se utilizan para la sardina y la gamba blanca respectivamente, tomar una vino y gambas a bordo, además, digo de todo ello, pudimos ver una gran cantidad de las aves que se encuentran en las Marismas de Isla Cristina. Ir en un barco en movimiento rodeado de niños, no es la mejor forma de fotografiar aves, pero no me quejo del resultado, pues me harté de ver aves de las que no conozco y no habían salido antes en el blog:

Antes de embarcar nos entretuvimos con los cangrejos corredores (Pachygrapsus marmoratus) de las escollera

En el rompeolas del puerto las jóvenes gaviotas esperan la llegada de los barcos de pesca y sus descartes

La mayoría son juveniles, pero algún adulto hay, como esta gaviota patiamarilla (Larus michahellis)

Éste creo que es un subadulto de patiamarilla

Ya en las marismas, la variedad de aves fue sorprendente para el corto recorrido que hicimos

Un ostrero (Haematopus ostralegus) y un vuelvepiedras (Arenaria interpres)

Aquí el ostrero buscando marisco en la playa

Fue difícil fotografiar a los charranes patinegros posados en las estacas (Sterna sandvicensis)

A este le pillé despegando

Un archibebe común (Tringa totanus)

Charrancitos (Sternula albifrons)

Un chorlitejo chico (Charadrius dubius)

Detrás del archibebebe, un chorliejo patinegro (Charadrius alexandrinus)

Una cigüeña blanca (Ciconia ciconia)

En el centro un pequeño correlimos tridáctilo (Calidris alba)

Un par de gaviotas picofinas (Chroicephaus genei), unas de las gaviotas más raras

En primer término una gaviota reidora (Chroicocephalus ridibundus), y detrás una gaviota de Audouin (Ichtyaetus audouinii), la otra gaviota más rara junto a la picofina

Un grupito de gaviotas picofinas

Acabo con algún encuentro en el Guadalquivir, en el puente romano de Córdoba, donde pude ver alguna especie interesante.

Una garceta de pesca (Egretta garzetta)

Aquí otra desde otro ángulo

Una especie exótica invasora, un pico de coral (Estrilda astrild), su origen es el África subsahariana, pero que ha escapado de las jaulas

En definitiva, han sido unas vacaciones sensacionales, a las que teníamos ganas y donde hemos visto disfrutar a hijos y sobrinos como nunca. Además de la playa, hemos disfrutado de muchas otras cosas: paseo en tren, en barco, picnics, helados, un poquito de Portugal, ricas comilonas, etc. 

miércoles, 4 de marzo de 2020

CAÑÓN DEL RÍO LOBOS: BUITRES Y HALCONES

Este fin de semana fue más largo de lo habitual porque no hubo cole ni el viernes ni el lunes, así que decidimos pasarlo fuera. El destino fue Ucero, en Soria, donde comienza el Cañón del Río Lobos y cerca de lugares como Calatañazor o El Burgo de Osma. El viernes anduvimos por el cañón, aprovechando que aun hacía buen tiempo y las previsiones no eran buenas para los días siguientes.

Sin duda, los buitres leonados (Gyps fulvus) son los reyes del cañón
En algunos salientes nos observaban los buitres

Cuando fotografiaba a este buitre se cruzó por delante un avión roquero (Ptyonoprogne rupestris), lástima que no estaba a su altura para quedar bien enfocado
En algunos puntos los buitres pueden ser observados por encima de ellos
Mucho más pequeño y veloz, pude ver un halcón peregrino (Falco peregrinus)
Enseguida toman altura y desaparecen
Desde el mirador de la Galiana se tiene una buena perspectiva del cañón
La Ermita de San Bartolomé en el interior del mismo
Después de comer se acercaron a por las sobras un grupito de rabilargos (Cyanopica cyanus)
No son fáciles de fotografiar estos bonitos e inquietos córvidos
Sobre la veleta de la iglesia de Ucero se juntaron
unos cuantos estorninos negro (Sturnus unicolor)
Los días siguientes trajeron de vuelta a lo más crudo del invierno y no dio para mucho más, en cuanto a aves se refiere. En todo caso, no nos quedamos parados y, entrando en calor en los centros de interpretación, en el coche o en casa, sacamos ganas par ver La Fuentona en Muriel, El Sabinar de Catalañazor, el propio Calatañazor, el acueducto de Ucero, Burgo de Osma y el yacimiento de Uxama.

De entre las calizas surge La Fuentona, el nacimiento del río Abión
Según desde donde uno mire, las aguas son cristalinas, turquesas u oscuras

martes, 30 de abril de 2019

DOÑANA CON NIÑOS: LA ROCINA, EL ACEBUCHE Y EL ROCÍO

Esta Semana Santa hemos estado por Sevilla y teníamos tres novedades desde la última vez: un bebé de meses, una niña de 3 años y medio y una cámara nueva. Como el campo a los niños les sienta muy bien y había que estrenar la cámara, qué mejor lugar que Doñana en primavera. Y es que es difícil fallar allí, incluso cambiando pañales en observatorios de aves o intentando que no te tiemble mucho el pulso mientras con una mano aguantas a una pequeña que mira con sus prismáticos. La verdad es que la nueva cámara ayuda: 80 aumentos ópticos son muchos aumentos. 
No me enrollo más y empiezo con lo que vimos en alguno de los observatorios del Arroyo de la Rocina.

Empecé con una de las joyas de Doñana: una espátula (Platalea leucorodia)

De frente, enseña su curioso pico
Otra estrella de las marismas, un calamón (Porphyrio porphyrio) se estira a la orilla del arroyo
Ésta es la esencia de Doñana: diversidad a raudales, en pocos metros, ánades reales,
porrones comunes, patos colorados, espátulas, calamones, moritos...


En vuelo muestran su elegancia
En un momento dado un individuo joven se puso muy cerca de nosotros
Una gallineta (Gallinula chloropus) quiso salir en la foto junto a la joven espátula
Otra de las especialidades de Doñana: un morito (Plegadis falcinellus)
Otro morito descansando
A lo lejos un garceta (Egretta garzetta) se arrascaba el cuello
De entre los juncos salió una elegante garza imperial (Ardea purpurea)
Con su largo cuello llega a arrascarse a cualquier lado

Otra garza llegó volando, esta vez una real (Ardea cinerea)
Desde otro lugar también pudimos ver una garza, esta vez de cuerpo entero
En aguas más abiertas un grupo de porrones comunes (Aythya ferina)
Entre los juncos chillaba un pequeño zampullín chico (Tachybaptus ruficollis)
Por estar muy vistos, casi no hago caso a los pobres ánades reales (Anas platyrhinchos)
Tres anátidas en una foto, un ganso (Anser anser) y 
porrón común nadando y un ánade real en la orilla
Después de la Rocina comimos en El Acebuche y también nos acercamos a un observatorio. 

Merodeando por el pinar donde comimos había muchos los rabilargos (Cyanopica cyanus)
Inteligentes como sus primas las urracas, sus alas son destellos de color azul
En el pinar donde comimos, los agateadores comunes (Certhia brachydactila),
subían y bajaban por los troncos
De camino a los observatorios, al sol una hembra de tarabilla (Saxicola torquata)
El macho se me puso a tiro justo en frente del primer observatorio
Sus idas y venidas eran con insectos en el pico
El observatorio no dio para mucho, nada nuevo respecto a La Rocina excepto un galápago
En los postes, las salamanquesas (Tarentola mauritanica) tomaban el sol. Como 
era de día adoptaban colores oscuros para calentarse al sol, porque el aire era fresco
También a pleno sol un alcaudón común (Lanius senator) oteaba en busca de insectos
Al final, tras mojarnos los pies en Matalascañas, nos fuimos a las marismas de El Rocío, donde acabamos una intensa jornada de campo con niños. La luz no acompañó, porque se nubló bastante, pero aún así algo vimos. Volveremos.

Junto al paseo marismeño, una espátula removía el fango en busca de invertebrados
De vez en cuando se aseaba. Buscaré el origen de esa anilla que lleva en la pata
En El Rocío las estrellas suelen ser los flamencos (Phoenicopterus roseus)
Los juveniles son menos llamativos
En el agua y las orillas había muchas fochas (Fulica atra)
Patrullando por todos lados los recién llegados milanos negros (Milvus migrans)